viernes, 13 de mayo de 2011

SINDROME DEL EMPERADOR.
Cuando nos mandaron hacer este trabajo, imaginaba que el síndrome del emperador sería algún trastorno o alguna de las denominadas “enfermedades raras”, sin embargo,  nada más lejos de la realidad, al recopilar la información, he encontrado para mi asombro que es algo tan cotidiano en nuestra sociedad actual, desgraciadamente, como el maltrato que reciben los padres o tutores legales por parte de los menores. La mayoría de éstos no han alcanzado la mayoría de edad y son los verdaderos dueños de sus casas, pegan, amenazan, roban y agreden física y psíquicamente a sus padres.
Según la información que he encontrado este tipo de violencia no es nueva, pero en los últimos años se ha disparado el nº de casos; desde el año 2.000, los casos de este tipo de maltrato se ha multiplicado por 6, aunque todavía muchos padres hacen todo lo contrario, protegen y no delatan a su hijo por el miedo a las medidas que la ley pueda emplear contra éste, pero ¿Hay motivos o razones que estamos pasando por alto, por las que los que los menores adquieren este tipo de conducta?.
Pues bien,  algunos Psicólogos y pedagogos debaten si el “síndrome del Emperador” es debido a carencias educativo- formativas y a la falta de afectos de los padres desde el seno familiar o si hay factores genéticos- hereditarios biológicos, principalmente de naturaleza psicopática, que resulten determinantes; esto es, si es que se trata de niños consentidos y malcriados o por el contrario es cierto que hay un trasfondo cromo somático.
Vicente Garrido, prestigioso psicólogo criminalista, escribió un libro llamado “Los hijos tiranos. El síndrome del emperador” en el que llega a la conclusión que los menores que tienen ese comportamiento es porque no tienen conciencia; de esta tesis excluye a niños malcriados, con trastornos mentales o a los que han vivido episodios de violencia en casa.
A continuación voy dar unas pautas que he encontrado en la página web www.nuestraedad.com, de cómo detectar y enfrentarse a una persona que sufra este síndrome:
COMO DETECTTAR UN “EMPERADOR”:
1.       Incapacidad para desarrollar emociones morales auténticas ( empatía, amor, compasión…). Esto se traduce en muchas dificultades para mostrar culpa y arrepentimiento sincero por las malas acciones.
2.       Incapacidad para aprender de los errores y de los castigos. Ante la desesperación de los padres, no parece que sirvan regaños y conversaciones, él busca su propio beneficio, parece guiado por un gran egocentrismo.
3.       Conductas habituales de desafío, mentiras e incluso actos crueles hacia hermanos y amistades.


COMO ENFRENTARSE AL SÍNDROME:
1.       Desarrollar  de manera intencionada y sistemática las emociones morales y la conciencia de los hijos, dándoles oportunidades para que practiquen actos altruistas y que extraigan lecciones morales.
2.       Establecer límites firmes que no toleren la violencia y el engaño
3.       Prestar ayuda para que desarrollen habilidades no violentas que satisfagan su gran ego.

He comenzado este trabajo con una introducción de lo que yo pensaba subjetivamente que era este síndrome; pues bien, después de elaborar el trabajo entero mi opinión es la siguiente: creo que aún siendo un síndrome causado según el trabajo por factores genéticos o por carencias afectivas o educativas, ellos no son las víctimas, lo son sus padres, o tutores legales, o quienes sufren ese maltrato. Ellos solo son víctimas de sus propios actos, pero pienso que porque tengan esos actos una “explicación” psicológica o pedagógica no están justificados. En cuanto a que si los padres protegen a los hijos o esconden lo que hacen; pues no soy madre, pero soy hija y hermana, y si yo fuera víctima en esa situación tampoco sé lo que haría, se lo que debería hacer que sería denunciar, pero tiene que ser tan complicado moralmente para una persona hacer eso. Pienso que es una tema muy delicado para opinar libremente o dar consejos de lo que hay que hacer, pero sé que tampoco son muchas las ayudas que se les ofrece a las víctimas en estas situaciones por parte de las instituciones encargadas de estos casos.  Solo sé que deberían haber más ayudas tanto para los padres como para ellos, que como he dicho antes, solo son las victimas de sus propios hechos, no de la situación.
               





                        http://www.saludmental.info/Secciones/Juridica/2007/sindrome_emperador_marz07.html

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